Padre Santo, te damos gracias por la Beata María Berenice, por su extraordinario camino espiritual, por su servicio fiel a la Iglesia y por su entrega generosa a los más necesitados; en ella nos has dado una verdadera imagen de tu Hijo.
Te pedimos, Padre, que, con la luz de tu espíritu, comprendamos como ella que hacer tu voluntad, entregándonos como ofrendas vivas en la realización de tu proyecto de salvación, es el camino de la libertad y de la paz interior.
Concédenos, por su intercesión, la gracia que ahora te pedimos… a fin de que brille su santidad y, movidos por su ejemplo, nos comprometamos a amarte a Ti sobre todas las cosas y a servirte con sincero corazón en todos nuestros hermanos. Amén. |